Han pasado algunos días, pero aún nos queda el sabor de lo vivido durante las Jornadas Monásticas que tuvieron lugar a finales de Agosto.

El grupo de participantes comenzó llenando sus lámparas de aceite, con las clases de iniciación y práctica de  lectio divina que les impartió la hermana Paula el primer día, para que así,  pudiesen practicar la lectio, el resto de las Jornadas. El segundo día, le tocó a la Liturgia, explicación llevada a cabo por la hermana Mari Ángeles, con un ejercicio interactivo sobre un salmo. Y por la tarde, la hermana Ana les habló sobre los valores monásticos con un rico diálogo posterior.

Todo ello sazonado con trabajo manual en contacto con la Naturaleza, como pintar una puerta verde, recolectar en el invernadero, extraer  la semilla del fruto de la camelia o trasplantar estos valiosos arbolitos. La hermana Lourdes también les enseñó un ejercicio de meditación, pudiendo disfrutar, cada participante, del silencio y la conexión con el entorno.

El grupo estuvo muy centrado, sabían lo que querían y permanecieron en total disposición y apertura a todo lo que se les proponía. Fue admirable su asistencia a las siete horas de oración litúrgica que realizamos en los monasterios y, aunque no nos conocíamos de nada, surgió entre todos, monjas y participantes, un vínculo cálido y callado. Fue Dios el que nos convocó y regaló estos días de mucha intensidad y bendición.

!! Muchísimas gracias a Elena, Isaac, Sagrario, Antonio y Mercedes ¡¡