«Barred la levadura vieja, para ser masa nueva» (1 Cor 5,7). Esta podía ser la síntesis del encuentro que han tenido en nuestro monasterio este fin de semana del 20 al 23 de Abril, un grupo de profesores de los Colegios Maristas de España. El epígrafe es literal como se puede ver en la fotografía, pues les tocó barrer suelo, techo y paredes del claustro, pero además tiene un significado espiritual, pues también “barrieron” el ruido interior.

Con la práctica del silencio, el paseo contemplativo, el compartir con la hermana Lourdes y otras actividades que sus animadores, los hermanos maristas Nacho y Román Álvarez, y la profesora Carmiña Escudero llevaron a cabo, el grupo fue abriéndose en una gran sonrisa.

La quietud del monasterio ayuda al silencio interior, pero lo que importa es la paz de dentro, la cual integra lo que ocurre en el exterior. ¿Acaso no podemos seguir en esa dinámica de calma aunque, pongamos por ejemplo, salga humo de un coche o haya una boda de alto copete, con gaita y Rolls-Royce? La fuerza está en la calma (Is 30,15) y es tan poderosa que una pequeña cantidad de silencio, fermenta toda la masa.

 

¡¡ Gracias por estos días de comunión en el ora et labora!!