Hisilicon Balong

 

La genial monja benedictina del siglo XII, Hildegarda de Bingen, tan conectada a la Creación en sus visiones y excelente botánica, fue pionera de la Medicina natural, encontrando en la Naturaleza, remedios para las enfermedades del organismo. Ella decía que tenemos que

Cultivar la tierra sin descuidar el cielo

Es decir, cultivemos la tierra, cuidemos de ella, porque ella cuida de nosotros proporcionándonos salud, sin descuidar la parte espiritual de la persona.

Parece que el rey de Portugal Fernando II, otro genio creativo y amante de la Naturaleza, hubiese conocido a Hildegarda, pues construyó el Palacio da Pena y diseñó sus jardines, en donde se podía perder, para encontrarse consigo mismo.

Lourdes rezando

 

En Sintra, nuestras hermanas Lourdes y Paula se encontraron con gente muy acogedora y cercana de la organización de la Exposición de Camelias y Orquídeas. Y también disfrutaron de la presencia de nuestra amiga Isabel Blanco y parte del grupo de peregrinos portugueses, que todos los años pasan por nuestro monasterio, por la variante espiritual del  Camino portugués hacia Santiago. Allí estuvieron apoyándolas con su amistad y alegría, y colaborando en la venta de los productos.

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Dentro del ciclo de conferencias programadas en la Exposición de Camelias y Orquídeas, la hermana Paula explicó en una breve y animada ponencia -que tuvo lugar en una de las magníficas salas del Palacio Nacional de Sintra-, el proceso de fabricación de los sabonetes (jabones).

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Mientras tanto la hermana Lourdes se afanaba en practicar el portugués y con su mejor sonrisa ofrecía nuestros artículos, como antiguamente hacían los monjes, que salían del monasterio para ir a ferias y mercados a vender el fruto de su trabajo manual.

 

Lourdes vendiendo

 

En el camino de ida, parada y fonda en el “pequeño monasterio de madera”, donde viven nuestros amigos Mario y Emilia. De su cariñosa hospitalidad, nuestras hermanas fueron partícipes, yendo con ellos a recoger a una vecina  al médico y compartiendo una acción de gracias y mesa fraterna, con productos de su huerta. Y todo envuelto en el más delicado espíritu benedictino del ora et labora.

Mario y Emilia

 

Ya de vuelta, Paula y Lourdes, nos contagiaron su agradecimiento y bendición por todo lo vivido, y así nos disponemos a celebrar la Semana Santa. ¡Buen comienzo en este Domingo de Ramos¡

 

Monasterio y camelia