Entrando ya en la Semana de Pasión que precede a la Semana Santa, nos llega un cuento de los indios de América, donde el Sol bien podría ser Cristo, en su abajamiento o Kénosis, para después resucitar y resucitarnos con Él.
El sol enamorado de la hija de un jefe que ha rechazado a todos los pretendientes, desciende a la tierra como un muchacho enfermo, casi ciego, de sórdida pobreza. Le acompaña una estrella que se encarna como una miserable vieja, abuela del muchacho. El jefe propone unas difíciles pruebas para quienes aspiran a la mano de su hija; el miserable muchacho, aunque enfermo y acostado en su colchón, es contra toda previsión el único en superarlas. La hija del jefe va a casa como esposa, a pesar de su repugnancia, por fidelidad a la palabra de su padre. El desdichado muchacho se transforma en un príncipe maravilloso y transforma a su esposa haciendo de oro sus cabellos y vestiduras.
En otro cuento una calabaza se transforma en carroza, pero en nuestra huerta ecológica las calabazas que cultiva con tanto cariño la hermana Evarista se convierten en un exquisito cabello de ángel. Comenzaremos saboreando la Semana Santa, el próximo Domingo, 9 de Abril, que será el Domingo de Ramos, y celebraremos la eucaristía a las 11,00 h con la procesión de los ramos por el claustro.
Deja tu comentario