Luna llena y niebla al amanecer.

En este tiempo de final del verano, en una sociedad rural, como era la de los primeros siglos de nuestra Era, la Iglesia celebra hoy el día de las Témporas de acción de gracias, por las cosechas recibidas a lo largo del año. Día de alabanza por las flores y los frutos que nos regala la Tierra y de petición ante nuestra indigencia y la inmensidad de Dios.

En la actualidad, a muchas personas el contacto con la Naturaleza le queda muy lejano y no digamos el trabajo de la agricultura. Pero lo importante, es comulgar con el espíritu de esta celebración litúrgica, descubriendo el trabajo como un valor y una práctica espiritual, que nos humaniza y nos sumerge en la Creación. ¿Y todas las personas que están en paro? Miremos a ver si podemos generar algún puesto de trabajo en nuestro entorno, aunque solo sea contratar a alguien por unas horas. Y sino, mientras tanto, hagamos nuestras tareas con plena consciencia, con alegría y “rumiando” en nuestro interior silencioso alguna palabra de salvación.

Evocando con un día de retraso, nos trasladamos a la fiesta de ayer de San Francisco de Asís, hombre de Dios, enamorado de la Naturaleza y nos lo imaginamos correteando por los paisajes de la comarca de la Umbría. Muy cerca de la ciudad de Asís, se encuentra la pequeña población de Foligno, donde vivió la mística Angela de Foligno (1248-1309). Así de actuales y profundas suenan sus palabras

Dios me atrae hacia sí. Y si digo que me atrae con dulzura o amor o cualquier otra cosa que pueda ser nombrada o pensada o imaginada, es todo falso, pues no me atrae con nada que pueda ser nombrado ni pensado por el más sabio del mundo; y si digo que es todo bien, lo destruyo.

 ¡¡ Muchas felicidades a nuestra querida Mari Paz en el día de su cumpleaños con todo nuestro amor y dulzura ¡!