Todos los cristianos sabemos que en la fiesta de la Pascua, la fiesta más grande del calendario litúrgico de la Iglesia, celebramos la muerte y resurrección de Jesús. Sin embargo, la Pascua cristiana, tiene como base la Pascua judía y ésta, a su vez, hunde sus raíces en una fiesta de origen ancestral unida a la Naturaleza. Por tanto, son tres los niveles que aquí se encuentran, cada uno de los cuales engloba al anterior y lo enriquece con un significado y contenido más profundo.

Los pueblos primitivos, después de sobrevivir al crudo invierno, celebraban la llegada de la primavera, habían pasado un año más y era de agradecer a los dioses, la supervivencia –a un nivel biológico-, lo más básico de la persona, común a plantas y animales. Pero tiempo más tarde, cuando el pueblo de Israel se vio liberado de la esclavitud de Egipto, por la acción de Yavéh (Ex 3, 7s; 12, 31-32), en una noche de luna llena que iluminaría los pasos de los israelitas en su salida de Egipto, la fiesta de la primavera se convirtió en la fiesta de la libertad; a celebrar en la primera luna llena de primavera. Ya tenemos un nivel más profundo, celebramos el vivir como personas, dotadas de libertad, que nos diferencia del resto de los seres vivientes.

Y en un tercer estrato, con el paso de Jesucristo de la muerte a la vida, en la Pascua cristiana, celebramos que nuestra condición humana, está a la vez unida a lo divino. Estamos llamadas a no permanecer  en la muerte –en el ego, en el pecado-, sino a declinar hacia la vida y la reconciliación; a descubrir las semillas de contemplación que todas llevamos dentro.

Los inviernos en Rusia son extremadamente duros y allí la primavera es esperada como la libertad, figura de la Resurrección de Jesucristo. Así lo relata poéticamente, Boris Pasternak, en su magnífica novela, Doctor Zhivago (cuyo nombre,en ruso, tiene la misma raíz que “vida”), en un poema sobre la Semana Santa que pone en el alma del protagonista

Y cuando llegue la medianoche

todas las criaturas y toda la carne quedarán silenciosas

al escuchar el rumor de la Primavera

de que, cuando mejore el tiempo,

la misma Muerte será vencida

por el poder de la Resurrección.

 

HORARIOS OFICIOS SEMANA SANTA

Jueves Santo (13de Abril): Cena del Señor a las 18,15 h

Viernes Santo (14de Abril): Adoración de la Cruz a las 17,00h

Sábado Santo (15 de Abril): Vigilia Pascual a las 22,00h

Domingo de Resurrección (16 de Abril): Eucaristía a las 11,00h