Eurisaces

 

El pasado Martes, 27 de octubre tuvo lugar la presentación del Libro “Ocultarse en una hoguera”, sobre los Diarios del monje-escritor Thomas Merton (1915-1968). En el evento participaron el editor, Javier González Lamelas; el autor, Ramón Cao Martínez y la hna Paula Téllez González, encargada de presentar el texto. El acto se desarrolló en un agradable espacio, mezcla de cafetería y local para eventos culturales, en la ciudad de Orense.

Mientras los asistentes iban ocupando sus sillas, pudieron disfrutar de un montaje visual sobre la vida de Merton, preparado cuidadosamente por Ibán Cao, con jazz y gregoriano de fondo –el monje trapense era un enamorado del jazz-. La presentación de la hermana Paula fue discurriendo en un tono vital y monástico, comparando el texto con un pequeño claustro y sus cuatro alas, que correspondían a las cuatro partes del libro. Después, se entabló un breve diálogo entre los dos “embrujados” por Merton, el profesor y autor, Ramón Cao y la hna Paula, que compartieron su jugosa experiencia y conexión con los textos del trapense y “maestro de la atención”. Se terminó escuchando la voz del propio Merton en la única grabación de vídeo que existe de él, pocas horas antes de morir accidentalmente en Bangkok. A la calidez del ambiente contribuyeron la soprano Ilduara Perianes y el maestro Ángel Losada, al piano, interpretando  a Bach y Schumann.

Un lenguaje fluido, un trato elegante y fino de los textos diarísticos de Merton, la ubicación de los mismos en la vida del cisterciense, hacen que la voz del monje sea escuchada de una forma contextualizada e íntegra y se perciba como verdadera.

Thomas Merton, según lo califica el maestro Ramón Cao fue un lector “oceánico y omnívoro”, pero también un escritor de la misma índole que dice de sí mismo

Por lo que a mí respecta, siempre he deseado escribir acerca de todo. No hablo de escribir un libro que lo abarque todo -tarea por lo demás imposible-, sino de un libro en el que todo tenga cabida. Un libro con algo de todo aquello que surge por sí mismo de todo. Que tenga vida propia. Un libro digno de fe. De hecho, ya no lo considero un “libro”  (Diario, 17 de julio de 1956).