Hoy comienza el Octavario de la Unidad de los cristianos. Ocho días de oración enfocada hacia incrementar el deseo de vivir una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios. Este año el lema está tomado del evangelio según San Juan: Permaneced en mi amor y daréis fruto abundante (cf. Jn 15,5-9) por eso, nosotras hemos colocado delante del altar unos pocas frutas de la tierra y  un fruto del cielo, la luz. Este símbolo nos lanza hacia Espíritu, realidad que no vemos, pero que va haciendo su obra de relación fraterna.

El novio está con nosotras, entones ¿cómo vamos a ayunar? (Mc 2,19) ¿Cómo vamos a estar separadas las distintas confesiones cristianas ayunando de vivir en comunión? La unidad se da entre diferentes, pero sin división y a todas nos alimenta y acompaña Cristo.

En estos días podemos orar por la unidad en nuestras comunidades, familias y corazones. Que nuestro centro sea el bien común y así aumentará nuestro espacio interior y nuestra capacidad de comprensión y acogida.