Necesitamos  el Espíritu de Jesús para seguirle, ese Espíritu de la verdad que tanto anuncia el evangelista Juan y que es luz para nuestras vidas en estos momentos actuales donde la mentira se nos cuela de forma muy sutil.

Una mujer se acerca al tendero: ¿Tienen estrellas?

-No, sólo nos quedan corazones.

-Pues deme un corazón que me guíe como una estrella

No estamos en nosotras mismas, estamos en el corazón de Jesús y su luz es una brisa fresquita que alivia nuestro caminar. Respírala.

 ¡¡¡ Feliz Pentecostés !!!