Esta semana hemos estado de retiro espiritual. Ya sé la pregunta es automática, pero ¿qué hacen estas monjas de Ejercicios Espirituales, si todos los días están “retiradas”? Pues, sí, una vez al año no hace daño, el ejercitarse más intensamente en la interioridad y en el encuentro con Jesucristo.

Ha estado con nosotras el padre Carlos Gutiérrez Cuartango, Prior de la comunidad de Santa María de Sobrado dos Monxes (A Coruña), compartiendo su experiencia y reflexiones de lo que significa vivir escondido con Cristo en Dios (Col 3,3), que para nada es estar entre muros, sino algo muy distinto. San Pablo está hablando a los Colosenses desde la fe y de que la vida está dentro de cada persona, porque el Reino está dentro de nosotras y nos habita un Cristo interior. ¡Qué bonito¡, pero ¿cómo experimento esto? Muy sencillo, reconociendo mis zonas oscuras, acogiéndome tal y como Dios me ha creado y teniendo la certeza de que las heridas no se eliminan, sino que se iluminan.

Hoy el evangelio habla de ser la luz del mundo (Mt 5,14), solo si me conozco a la luz de Cristo y del amor incondicional de Dios, podré irradiar algo de vida. Conocerme a mí misma no  solo es sinónimo de una introspección terapéutica, sino mucho más. Lo importante es la segunda parte de la sentencia, conocerme,sí, pero a la luz de Cristo. Y esta es la Buena Noticia de Jesús: abrirme a la acción de la Gracia cada mañana y aunque no entienda, confiar. ¡Prueba¡. Es toda una aventura, el viaje más fascinante de tu vida y Dios te llevará por caminos insospechados a contemplar el horizonte jamás soñado.

Que la Palabra de Dios y las palabras de misericordia escuchadas esto días, germinen en la tierra buena de nuestra existencia, como esta landra de carballo que encontrou acougo no musgo (esta bellota de roble gallego que encontró un lugar confortable en el musgo)