No es una playa de las Rías Baixas, sino que la arena y las conchas, quieren simbolizar las costas de Malta, adonde llegó San Pablo según nos relatan los Hechos de los Apóstoles en los capítulos 27 y 28. Dicho pasaje ha sido elegido este año para conmemorar el Octavario de Oración por la Unidad de los Cristianos, y no podía ser de otra manera, pues ha sido el Consejo Ecuménico de Malta, el encargado de elaborar el material para esta semana de oración (del 18-25 Enero 2020).

San Pablo y los 276 pasajeros del barco romano que zarpó de Creta con rumbo a Roma, donde el Apóstol iba ser juzgado, naufragaron en Malta y fueron acogidos por los nativos de la isla “con una humanidad poco común” (Hech 28,2)

Que esta sea la estrella que nos guíe durante este año en el seguimiento de Jesús, acoger a inmigrantes, peregrinos, amigos, a cualquiera que llegue a la playa de nuestra vida, con una hospitalidad evangélica: “si te piden que le acompañes una milla, acompáñale dos; si te piden el manto, dale también la túnica”.

Los malteses hicieron una hoguera para calentar a los náufragos, que el calor y la luz de Cristo nos guíen hacia la Unidad de los Cristianos.