El objetivo de una carta es dirigirse a los ausentes como si estuvieran presentes, y reunir en un mismo amor a los que la distancia separa (Esteban Harding)

Y así, Esteban Harding, unos de los tres Padres fundadores de Císter junto con Roberto y Alberico, cuya solemnidad hoy celebramos, nos dejó un legado en forma de CARTA, que constituye el documento jurídico por excelencia de la Orden y representa el vínculo de todas las comunidades que pertenecemos a ella.

Viendo como “El Nuevo Monasterio” –Císter- empezaba a extenderse, el Abad Esteban, hombre de palabras afables, semblante risueño, y siempre alegre en el Señor, vio la necesidad de redactar un documento que también sirviera de legado y cuidado solícito para las futuras generaciones de monjes.

Quiso denominarlo CARTA DE CARIDAD. En él se establecía, cómo, de qué manera, y con qué caridad permanecerían indisolublemente unidos sus monjes, dispersos físicamente en las Abadías de las diversas regiones.

Su redacción pasó por diferentes etapas.

Una primera proviene del documento de fundación de la Abadía de Pontigny, sin fecha, y a la que se denominó “Carta Caritatis et Unanimitatis”.

La segunda se denominó CARTA CARITATIS PRIOR, fechada en 1118 y aprobada mediante Bula correspondiente, por el Papa Calixto II, durante su primer año de pontificado, el 23 de diciembre de 1119.

¿Por qué llamarla Carta de Caridad?, porque en la relación entre abadías madres e hijas, no se pretendía ningún tipo de impuesto que no fuera la caridad, ni otro beneficio que no fuese el bien espiritual y temporal de todos los hermanos.

En ella se establece la observancia, en todo, de la Regla de San Benito; que se utilicen los mismos libros y se tengan las mismas costumbres; una visita anual de la Abadía madre a las Abadías hijas; y que una vez al año todos los abades se reúnan en el “Nuevo Monasterio” para tratar del progreso espiritual de las comunidades, ver si hay algo que enmendar, corregir o añadir respecto a la puesta en práctica de la Regla de San Benito y la marcha de la Orden, y para el restablecimiento de la paz y la caridad mutua, si fuera necesario.

¡Este año, pues, estamos de fiesta! ¡Celebraremos los 900 años de la redacción de la CARTA CARITATIS PRIOR! Y el año próximo la continuaremos con la celebración de los 900 años de su aprobación.

Queremos seguir renovando, cada día, el gozo y la alegría de la fraternidad compartida.

Como nos legó Esteban parafraseando el texto de San Pablo

No tengáis deudas con nadie, a no ser la del amor mutuo (Esteban Harding)

¡¡ FELICIDADES A QUIENES BEBEMOS DE LA FUENTE DEL CÍSTER ¡¡