Hay una película francesa titulada “El octavo día”, cuyo protagonista es un joven con  síndrome de Down. En la primera escena, este chico relata la creación a su manera, de una forma muy tierna  y vital: ..y el séptimo día Dios descansó y se preguntó si no faltaba nada, entonces, el octavo día creó a Georges.

La Biblia es un cofre que oculta los misterios de vida y de fe. Y uno de esos misterios, envuelto en mito, se nos revela en la primera lectura del Génesis (Gen 1, 24-31). Al final de la creación, el sexto día, Dios crea los seres vivientes de la tierra: los ganados, los reptiles y las bestias. Crea al ser humano y le ofrece las plantas y los animales y; el séptimo día, ve que todo era bueno, muy bueno y descansa

Para Máximo el Confesor -un monje del s VII-  la persona corona la creación, porque le es dado pasar del sexto al séptimo día, de la naturaleza al descanso, pero no solo eso, sino que existe un octavo día, en el que le es dado pasar del descanso a la deificación. En otras palabras, pasamos de lo sensible, a la mente y de ésta al corazón donde se nos da el conocer a Dios en el origen y en el fin del cosmos. En el séptimo día todavía existe el tiempo mensurable, el jronos, pero en el octavo día, cesa el movimiento temporal y entramos en la eternidad; este día está por encima del tiempo.

Y el que se ha vuelto digno del octavo día ha resucitado de entre los muertos, llega a ser él mismo, Dios, por divinización (…) y su lugar será Dios mismo (…), lugar firme (Sal 70,3)

Máximo el Confesor, relacionó de un modo admirable, la creación con la vivencia de la Pascua. Por la Pascua el mundo antiguo, sometido a la naturaleza y al tiempo, pasa a un estado nuevo que es el de la resurrección. La Pascua es la nueva Creación, que no se trata de una prolongación teleológica de la naturaleza, sino que es una innovación radical. Para él, la resurrección traspasa las puertas de la Iglesia, y alcanza a toda la Creación.

Dice Olivier Clêment: “una ola de resurrección recorre  la pasión de la historia”.

Foto realizada por Iván de la Cruz. Alcalá de Henares.

 

¡¡ FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN, ALELUYA, ALELUYA !!