El próximo domingo día 5 de abril se inaugura la Semana Santa con la celebración del Domingo de Ramos. En realidad, la Semana Santa se nos ha adelantado a todos con la pandemia del coronavirus. Este año les tocará a muchos cristianos unirse a las celebraciones de la Iglesia a través de los medios de comunicación.

Para nuestra comunidad va a ser toda una experiencia, participar de los ritos de estos días santos con los bancos de la capilla vacíos. Pero dichas celebraciones estarán más llenas que nunca de todos aquellos que os sentís unidos a nosotras, pues estaréis dentro dela comunidad.

No deja de ser un misterio que justo cuando los cristianos celebramos el centro de nuestra fe, la Pascua, todo el planeta está viviendo este misterio de muerte y resurrección. Por ahora no vemos más que desolación y muerte, pero cuando Jesús murió, resultó estar más lleno de vida que nunca en sus discípulos y en las primeras comunidades cristianas.

Nos encontramos en un continuo Sábado Santo porque Jesús ha muerto y no hay nada. Ahora sabemos que Jesús resucitó, pero cuando Jesús murió, sus discípulos no lo sabían y su pánico fue enorme. Descubrieron poco a poco que su maestro había resucitado. Jesús ha muerto, miles de personas han muerto por el coronavirus, nos espanta la cantidad de fallecidos en tan breve espacio de tiempo; nos aterra que no haya habido medios sanitarios para todos. Pero, ¿es que acaso decidimos el momento y la forma de nuestra muerte? No, en todo estamos en manos de Dios y  en el último instante de nuestra vida, también, aunque la mente no lo comprenda.

Es hora de despertarnos del sueño, el Reino ya está aquí, no vendrá en un futuro cuando todo haya pasado, sino que el Reino está entre nosotros, en cada gesto de solidaridad que ha brotado en medio de la desgracia; en relaciones familiares restauradas al estar más tiempo juntos; en la fraternidad entre vecinos de un mismo edificio o barrio. Esta es la Buena Noticia de Jesús, no el tener más dinero o poder, no el ser famoso o controlar todo lo que sucede, no, su mensaje es que hoy la salvación está cerca de ti, oculta en tu vida diaria, solo tienes que decir “sí” como María, sí a lo que pase aunque sea doloroso y no lo entiendas, sí a descubrir el Reino en el espesor de tu presente.

Avancemos esta Semana Santa en nuestra fe,

en la presencia de Dios siempre a nuestro lado.