A poco tiempo del verano nos encontramos a toda pastilla –nunca mejor dicho-, haciendo pastillas de jabón, bálsamos, crema,…. y demás cosméticos para tener la tienda bien surtida en la temporada veraniega. También  estos días son propicios para excursiones de colegios, asociaciones y visitas al monasterio, sin olvidarnos de la afluencia, siempre refrescante y cosmopolita de peregrinos que recorren la variante espiritual del Camino de Santiago. Así que nos vienen muy bien las sabias palabras del Doctor Zhivago

 

¡Qué felicidad trabajar para uno mismo y para la familia desde la mañana a la noche, construirse una casa, cultivar la tierra para alimentarnos, hacernos nuestro propio mundo, como Robison, imitando al Creador en la creación del universo, renovarnos, renacer continuamente, imitando a la madre que nos dio a luz!

¡Cuántos pensamientos atraviesan la mente, cuántas cosas nuevas se piensan, cuando las manos se ocupan en un trabajo material, físico, en un trabajo rudo, cuando se nos proponen tareas razonables, realizables con las manos, y nos compensan con la alegría del éxito, cuando durante seis horas seguidas se desbasta con el hacha un tronco o se cava la tierra bajo el cielo desnudo que nos quema con su aliento sereno¡

(…)Anacoreta de la ciudad que fustigas la imaginación y los cansados nervios con un café fuerte o con el tabaco, desconoces el excitante más eficaz que consiste en la necesidad real y en la buena salud.

 

También es igualmente excitante hacer  el Camino de Santiago desde la interioridad y la contemplación de la Naturaleza.

¡Anímate este verano!