cameliaLa Cuaresma es un tiempo de preparación para el bautismo. Antiguamente los catecúmenos se preparaban para recibir el bautismo en la Vigilia Pascual. También es un tiempo de preparación para la reconciliación que tendrá lugar el Jueves Santo. Durante los primeros siglos, la Iglesia de Roma celebraba la sinaxis (asamblea litúrgica) los miércoles y los viernes, y el domingo, la eucaristía. Los pecadores públicos recibían la ceniza el miércoles anterior al primer domingo de Cuaresma. Posteriormente este signo se extendió a todos los fieles.

Son cuarenta días de limpieza y de silencio interior, de esfuerzo y de fatiga, que es lo que significan las seis semanas de Cuaresma. Igual que Dios creó el mundo en seis días y al séptimo descansó, los cristianos vivimos el Ahora de la Cuaresma en esa actitud de actividad y energía de conversión, en contraposición con las siete semanas de Pentecostés, que significan plenitud y eternidad.

Hoy hemos recibido la ceniza con los pies descalzos, en contacto con la tierra, y nos volveremos a descalzar el día del Jueves Santo para el Lavatorio de los pies. Sintiendo la ceniza en nuestra frente, dejamos que caiga a lo largo de nuestro cuerpo hasta los pies… para descender hasta nuestro origen.