jabones navidad

 

 

Luna llena. Estos días la luna llena nos introduce en el tiempo de Adviento, acompañada de las lecturas con tono apocalíptico, que la liturgia refiere como preámbulo a estas cuatro semanas de preparación para el advenimiento del  Señor: habrá signos  en el sol y la luna y las estrellas (Lc 21, 25-28) El mismo evangelio de Lucas durante esta semana sonaba tremendamente actual , al profetizar calamidades en el universo, que más que una profecía es un cumplimiento, por la angustia que se  está viviendo ante los últimos acontecimientos.

Pero este género literario apocalíptico, que vaticina el fin del mundo, no es utilizado en el NT con un objetivo temerario, sino todo lo contrario- aunque hoy en día nos cueste conectar con su modo de expresión-, lo que quiere despertar es la esperanza y la liberación.

Una esperanza y una liberación que no tenemos que buscarla en la realidad exterior, sino en nuestro interior, porque como dice San Bernardo,

El adviento no es una llegada de quien ya está presente; es la aparición de quien permanece oculto

En su IIIº Sermón de Adviento, el abad de Claraval nos insta a mirar hacia el corazón. Sí el Señor viene, pero no desde fuera, hay que descubrirlo cada cual en su interior y a ello nos ayuda el contacto asiduo con las Escrituras, según nos lo relata en el Vº Sermón del mismo tiempo,

Guarda así la Palabra de Dios (…) Métela en las entrañas de tu alma; que la asimilen tus afectos y tus costumbres (…) Si guardas así la Palabra de Dios, ella te guardará a ti sin duda alguna.

Algo muy parecido anotaba en su diario la mística judía Etty Hillesum, refiriéndose a las sabias palabras de su maestro, que para ella eran como palabra de Dios,

…si uno viviese realmente dejando que estas pocas palabras penetraran en su carne y en su sangre, se convertiría en un ser humano diferente.

¡Ah¡ ya están listos nuestros jabones de glicerina para Navidad, recién salidos del horno, ñam, ñam, …