PaulaAsí se expresa hoy Jeff Foster:

¡No te avergüences de tu sensibilidad! Te ha aportado muchas riquezas. Tú ves cosas que otros no pueden ver Sientes cosas que otros se avergüenzan de sentir. Estás más abierta, menos paralizada.

Te resulta más difícil cerrar los ojos. No has cerrado tu corazón a pesar de todo.

Eres capaz de vivir los intensos momentos de subida. Y los más oscuros de bajada en tu amoroso abrazo. (Tú sabes que ninguno de los dos te definen. Todo pasa a través de ti. Eres un vaso sanguíneo cósmico).

¡Celebra tu sensibilidad! Te ha mantenido flexible y abierta. Has permanecido cerca del asombro. Y la consciencia arde con su luz dentro de ti.

No te compares con otros. No esperes que comprendan. Pero enséñales.

Está bien sentir profundamente. Está bien no saber. Está bien jugar en el  áspero límite de la vida.

La vida puede parecerte más dura en algunos momentos. Y con frecuencia te sientes casi superada.

Pero es mucho más duro reprimir tus sobreabundantes dones.

¡Vosotras, personas sensibles traéis delicadeza a este mundo cansado! ¡Seguid brillando con valerosa sensibilidad!

¡Sois las portadoras de la luz!

A veces, una hermana de comunidad cumple años y además de cantarle el «cumpleaños feliz», coger de la mata una de las primeras hortensias y pedir por ella a lo largo de las horas litúrgicas es necesario, saludable y reconfortante recordar sus dones y…celebrarlos.